Para el año 2007, ingresé al mundo laboral luego de ser contratado por el municipio de San Juan para fungir como recaudador auxiliar, encargado del cobro de arbitrios, patentes, impuestos municipales, multas por infracciones al código de orden público, entre otros recaudos que realiza un municipio autónomo. Al mismo tiempo, comencé estudios subgraduados en la Escuela de Negocios y Empresarismo de la Universidad del Turabo, donde obtuve una Maestría en Administración (MBA).

Entre los años 2008 y 2010, trabajé como auditor de la Oficina de Auditoría Interna del Municipio de San Juan, atendiendo quejas de la ciudadanía, realizando investigaciones internas y llevando a cabo trabajos de auditoría y consultoría para las dependencias del municipio y la Oficina del Alcalde. Para el año 2010, comencé una larga y gratificante jornada por múltiples posiciones de auditoría en la Oficina del Contralor de Puerto Rico, donde luchamos incansablemente contra el mal uso de la propiedad y fondos públicos por parte de empleados y funcionarios del gobierno central. Obtuvimos múltiples reconocimientos de autoridades estatales y federales por el trabajo realizado en el descubrimiento y resolución de delitos de fraude y corrupción, entre otros, en contra del pueblo de Puerto Rico y el Gobierno de los Estados Unidos. Luego de 13 años en tan honrosa oficina, en febrero de 2023, decidimos establecer nuevos rumbos profesionales en el campo del cooperativismo.

Durante nuestra vida profesional y gracias a las misericordias del Señor, hemos obtenido las certificaciones profesionales: Certificado Internacional de Experto Anti-Fraude (CIE-AP) emitido por la Asociación Internacional para la Cooperación en la Prevención del Fraude (ICPF), es una certificación profesional que acredita que los profesionales que lo obtienen poseen un sólido conocimiento en el ámbito de la prevención, control e investigación de fraudes. También contamos con la certificación Auditor Certificado en Controles Internos (CICA) del Instituto de Controles Internos.

Nuestra experiencia nos ha llevado a ser conferenciantes y profesores en múltiples universidades en los temas de Administración, Contabilidad y Reglas Parlamentarias. Y no menos importante, como individuo, reconozco el dominio de Dios en nuestra vida; sin Dios, ninguno de los logros alcanzados habría sido posible. Como hijo de pastor, he visto de primera mano el dolor de la gente que, careciendo de esperanza en el Gobierno, solo cuenta con su fe esperando días mejores.

Entendiéndome como justo, me coloco a disposición del pueblo trujillano para traer seguridad y salud fiscal. Utilizar los recursos municipales en aquello que impacta directamente a la ciudadanía. Establecer un plan de seguridad integral que evite los tiroteos continuos y la inseguridad que sienten nuestros ciudadanos al querer salir a disfrutar de las áreas comunales del municipio. Esto, junto a otros procesos de reingeniería gubernamental, nos llevará a convertir a Trujillo Alto en la mejor ciudad de Puerto Rico para residir.

Como dice Su palabra: “Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra…” Tengo la esperanza de que la alegría del pueblo trujillano llegue cuando un gobierno justo ocupe la administración gubernamental municipal y estatal en Puerto Rico.

Dios bendiga a Trujillo Alto y Dios bendiga a Puerto Rico.